viernes, 18 de abril de 2008

Clara Rincón 21


Atisba un átomo de luz Clara entre sus pentagramas de dedos musicales, cuando se levanta otea el cielo en busca de respuestas de una gran magnitud lírica y al acostarse cuando cierra los párpados escucha los tambores de fondo como en un sueño. Clara no se esconde tras las sábanas y si escucha un ruido en algún rincón, aúlla fuerte. Se cree loba de madre pantera viviendo en selvas de pantanos milagrosos. La curan las raíces del tiempo, ancladas en sus vísceras de esparto. Parte lianas en las medias lunas y si el tiempo lo requiere desanda todos sus pasos hasta comenzar por el principio. Clara Rincón se recuesta en su última huella encogida en postura fetal y el universo amamanta sus úlceras de noche para volver con los cántaros vacíos de la lluvia en su cama de arena. Arrastra Clara sus pateras que la devuelven al frío y la cobijan de la lluvia.

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