miércoles, 18 de julio de 2007

Clara Rincón 11




Clara Rincón deambula por cada rincón de su casa. Mira a su padre, olvida a su madre y una nota de cruel silencio se instala entre los tres. Se esconde Clara en los huecos recovecos de su amarga existencia, no es Clara una niña ni mujer, es un feto permanente en las ojeras de su madre, embrión cosido y tallado a su placenta desmembrada. Olvida Clara las risas de la noche que le arroja el viento, y sopla, y sopla, y gime buceando en todas las direcciones, y escalando las cornisas. Es un bulto más, un aguijón en la fachada de la casa. Clara, un montón de huesos en la escala social de su familia.

Clara Rincón 10



A los tres años en su primer día de colegio, Clara adivinó pronto lo que eran los rincones. La dejaban siempre allí, en su butaca de madera, apartada del resto, mirando desde afuera la clase. Clara veía a los niños como muñecos de trapo, pero les oía reír y sus voces torturaban su silencio hasta alcanzar límites sangrientos en su muñeca magullada.