domingo, 23 de septiembre de 2007

Clara Rincón 18


Clara Rincón cuenta estrellas desde su palco de luces. Una le guiña un ojo y la invita a subir para galopar en las nubes. Desciende un hilo que la atrapa y vuela paloma... escucha retumbar en sus oídos los susurros de la noche. Cuando llega, galopa sobre el blanco y el negro. Voltea las paredes del cielo en un sí y un no que desciende en su garganta destrozada arrancando espasmos de notas musicales, y los versos que golpean en su sangre de alquimia, agua sin vendas en los ojos del mundo.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Clara Rincón 17









Clara Rincón se suma a sus pensamientos, orinal de las mentiras por donde evacua los gritos de desesperación en silencio. Sus abuelos son los remanentes del espacio en la sala, estatuillas vestidas de luto cuando la muerte viene y va pisándole los talones pero Clara no muere, vive aunque sea en lo más recóndito del acero gris de las almas que flotan en su pequeño universo desmadejando las entrañas de los que sí mueren y se pudren en los esqueletos del armario. El armario guarda las polillas, misterios que aún siguen sin descubrir.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Clara Rincón 16






Clara Rincón espera sumida en el silencio el lento cabalgar de las horas. Como un fardo más en el fondo de la sala cuenta los minutos. Desde su corta estatura todo lo que alcanza a ver son figuras de negro con rostros blancos, pálidos, cadáveres que se amontonan en el salón. Rostros tristes, serios, tal vez compungidos, pero todos son máscaras del engaño, atroz, que sube por su garganta hasta despellejarla, viva.











Clara Rincón 15






A los siete años Clara Rincón pierde su sentido vertical y aletea gravilla y grava bajo sus párpados y lengua. Come piedra y la sangre comienza a fluir, rojo arriba, rojo abajo hasta que su mundo se paraliza y surgen las estrellas que la cubren bajo un manto negro. Clara Rincón patalea mientras los hombres de blanco la sujetan con fuerza y siente la aguja suturando sus comisuras en camisas de guantes blancos. Mariposa en los jardines del alba sosteniendo un guijarro entre sus dientes, y Clara Rincón respira y siente que todavía puede mover sus alas.

Clara Rincón 14



Clara Rincón se asoma a los tejados y divisa el sol desde sus manos y desde cada punta de sus dedos. Se siente pájaro y rama y arbusto, un elemento más de ese paisaje ambarino, pluma y horizonte, perspectiva horizontal en los vórtices del alma.

Clara Rincón es fragua de su soledad, diafragma del apéndice de sus días, suspira alto hasta elevar su aliento en el torrente celestial de agua caída del pico de un pájaro.

Clara Rincón 13




A Clara no le apetece salir de noche. Se queda en casa observando las manecillas del reloj girar hasta que su cabeza se convierte en la noria de cualquier feria de atracciones. Se fija Clara en el punto redondo de su universo y agua viva de sus noches. Tiene Clara en qué pensar: en un mundo sin color que se va apagando al mismo tiempo que lo hacen las estrellas que se alzan sobre su cama. La noche regala su magia y Clara la atrapa y la hace suya, la mece en su rincón de versos.


Clara Rincón 12





A los cinco años sale de casa por vez primera acompañada de su madre. La cuerda le tira, le oprime los párpados y con sus gafas de doble concha empaña los cristales de todos los escaparates. Se para frente a uno y se alza de puntillas para poder ver mejor. Se acerca tanto que el cristal y Clara se hacen amigos inseparables. De pronto todo se hace negro y de Clara no queda más que una masa deforme estirándose y alargándose, creciendo y menguando, un átomo más de aquel escenario mientras su madre tira de la cuerda… Clara se hincha y encoge varias veces como un globo hasta que al final revienta esparciéndose en diminutos confetis por el desagüe.


miércoles, 18 de julio de 2007

Clara Rincón 11




Clara Rincón deambula por cada rincón de su casa. Mira a su padre, olvida a su madre y una nota de cruel silencio se instala entre los tres. Se esconde Clara en los huecos recovecos de su amarga existencia, no es Clara una niña ni mujer, es un feto permanente en las ojeras de su madre, embrión cosido y tallado a su placenta desmembrada. Olvida Clara las risas de la noche que le arroja el viento, y sopla, y sopla, y gime buceando en todas las direcciones, y escalando las cornisas. Es un bulto más, un aguijón en la fachada de la casa. Clara, un montón de huesos en la escala social de su familia.

Clara Rincón 10



A los tres años en su primer día de colegio, Clara adivinó pronto lo que eran los rincones. La dejaban siempre allí, en su butaca de madera, apartada del resto, mirando desde afuera la clase. Clara veía a los niños como muñecos de trapo, pero les oía reír y sus voces torturaban su silencio hasta alcanzar límites sangrientos en su muñeca magullada.






domingo, 8 de julio de 2007

Clara Rincón 9




Vive Clara en un mundo de sueños e inventa amigos para sus noches. El niño que es mudo pero le susurra palabras al oído y la niña que le roba, que la fatiga en su cama almidonada de orugas. Vive Clara los celos desde la celosía alzada de su escondite y no vive su vida, vive la de los otros en sus historias cargadas de voces del pasado.



sábado, 7 de julio de 2007

Clara Rincón 8






Clara Rincón vive en una jaula rodeada de peces. Cuando tenía siete años le regalaron el primero, era su favorito, su pez anoréxico. A los doce el pez menstruado, a los quince el impuro, y a los dieciséis el abortivo. Clara Rincón no sabe aburrirse, mira obsoleta los peces hasta que sus ojos se demudan en los suyos, todos los colores plagian su infancia y Clara olvidada de recuerdos felices se apabulla en el rincón de su jaula, tocándose.











viernes, 6 de julio de 2007

Clara Rincón 7


Clara Rincón es un libro, un libro sucio y desgarrado para que otros cuenten su historia. Ella misma no puede. Es marioneta del destino y tensa su espalda en el arco del mundo hasta juntar las manos con su otra parte, su salvaguarda, su almohadilla secreta, esa que un día olvidó cerrar y sin pensárselo dos veces, se tragó la llave.







jueves, 5 de julio de 2007

Clara Rincón 6














Es Clara Rincón poeta, arquetipo de los espacios celestes, trovadora. Atrapa cielos entre sus ingenuas manos y llora mares en su ambiguo corazón y es barca y acantilado, remo, velero, chapapote, petróleo de sus mares de alcohol. Duerme siempre en una botella y navega entre el río que se deja entrever por su entrepierna. Se cree larva de la vida y a todo lo que la hace sangrar se pega, se cose. Cosió sus labios al primer hombre que aniquiló su alma, que sangraba sus espinas, cosió sus manos a la primera mujer que tuvo compasión de ella y que luego la dejó abandonada a su suerte. Siempre sola Clara Rincón se balancea entre la vida y la muerte, lo legal y lo prohibido, lo oscuro o luminoso. Clara Rincón, se aferra a sus principios abandonándose, dejándose llevar poco a poco hasta que un día se da cuenta y contempla el vacío que la rodea. Clara Rincón se busca, se contempla retrepada en el asiento del metro, se mira tantas veces en el espejo que conoce arruga a arruga su cara y sus pensamientos.














Clara Rincón 5









Por las noches se oculta en los parapetos de un vacío acantilado acariciando el mar con sus ojos, devora las noches de sombras y cristal en sus pupilas, las manos le tiemblan al escurrírsele la vida por las fosas nasales. Sí, Clara Rincón es cocainómana de nacimiento, y toma anfetaminas para ver morir el sol de su niñez en el umbral de sus sombras. Clara Rincón se hace milímetro a milímetro una tumba siempre abierta.

Clara Rincón 4




Clara Rincón se mueve en el espacio de su sombra y hasta a veces se confunden. Transparente, lívida como el aire que le despega vueltas de su cara y vacía sus ojos hasta dejarlos sin expresión alguna, azorada en el pulso de las olas que la devoran siempre, siempre bajo su enagua y descalza, desliza manos sobre sus sueños de ser mujer.

Clara Rincón 3





Clara Rincón es mariposa y aire y leche y almíbar en los labios resecos de su madre.


Y es anfiteatro, oruga, larva y carcoma ante los ojos de su padre.

miércoles, 4 de julio de 2007

Clara Rincón 2






Se esconde Clara Rincón en cada rincón trastocando cada parte de su cuerpo en astilla de las esquinas. Es musa y poeta en las trincheras del hambre y se atrinchera sobre panes de cuarteta y cuando duerme, compone camas de versos, si es que duerme.

martes, 3 de julio de 2007

Clara Rincón 1









Clara Rincón nació en los subsuelos subsidiarios de la estación ferroviaria del metro en lo alto de una farola. Quiso volar y ser paloma y atrapar entre sus dedos de piedra y noche algún resquicio de luz. Se alargó sobre sus palmas y estiró el cuello en un amago de crecer y creció. Se hizo árbol y se convirtió en sombra.