Es Clara Rincón poeta, arquetipo de los espacios celestes, trovadora. Atrapa cielos entre sus ingenuas manos y llora mares en su ambiguo corazón y es barca y acantilado, remo, velero, chapapote, petróleo de sus mares de alcohol. Duerme siempre en una botella y navega entre el río que se deja entrever por su entrepierna. Se cree larva de la vida y a todo lo que la hace sangrar se pega, se cose. Cosió sus labios al primer hombre que aniquiló su alma, que sangraba sus espinas, cosió sus manos a la primera mujer que tuvo compasión de ella y que luego la dejó abandonada a su suerte. Siempre sola Clara Rincón se balancea entre la vida y la muerte, lo legal y lo prohibido, lo oscuro o luminoso. Clara Rincón, se aferra a sus principios abandonándose, dejándose llevar poco a poco hasta que un día se da cuenta y contempla el vacío que la rodea. Clara Rincón se busca, se contempla retrepada en el asiento del metro, se mira tantas veces en el espejo que conoce arruga a arruga su cara y sus pensamientos.
jueves, 5 de julio de 2007
Clara Rincón 5
Por las noches se oculta en los parapetos de un vacío acantilado acariciando el mar con sus ojos, devora las noches de sombras y cristal en sus pupilas, las manos le tiemblan al escurrírsele la vida por las fosas nasales. Sí, Clara Rincón es cocainómana de nacimiento, y toma anfetaminas para ver morir el sol de su niñez en el umbral de sus sombras. Clara Rincón se hace milímetro a milímetro una tumba siempre abierta.
Clara Rincón 4
Clara Rincón se mueve en el espacio de su sombra y hasta a veces se confunden. Transparente, lívida como el aire que le despega vueltas de su cara y vacía sus ojos hasta dejarlos sin expresión alguna, azorada en el pulso de las olas que la devoran siempre, siempre bajo su enagua y descalza, desliza manos sobre sus sueños de ser mujer.
Clara Rincón 3
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