Clara Rincón espera sumida en el silencio el lento cabalgar de las horas. Como un fardo más en el fondo de la sala cuenta los minutos. Desde su corta estatura todo lo que alcanza a ver son figuras de negro con rostros blancos, pálidos, cadáveres que se amontonan en el salón. Rostros tristes, serios, tal vez compungidos, pero todos son máscaras del engaño, atroz, que sube por su garganta hasta despellejarla, viva.
miércoles, 1 de agosto de 2007
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1 comentario:
Clara busca y busca. Tal vez George Sand siempre tuvo razón cuando dijo: "Lo verdadero es generalmente lo mas sencillo pero siempre se accede a través de lo mas complicado."
No desistas... Clara Rincón llegará hasta su verdadero umbral.
Besos
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